Diego Riveros, capitán de Árbol Verde: «Queremos cambiarle la cara al club, que haya fútbol y no violencia»

Para los rivales no es sencillo jugar en cancha de Árbol Verde. Saben que cualquiera sea el resultado, probablemente no pasen bien. Sin embargo, desde adentro del club buscan cambiar radicalmente esa imagen y es el propio capitán del equipo de Primera quien busca dar el ejemplo para que esto suceda.

«Somos un club humilde, de bajos recursos, no cobramos mucho. Todos trabajamos día a día en diferentes lugares. Desde hace un tiempo cuidamos a nuestro rivales porque ellos también trabajan y sus familias los esperan después de cada partido. Por eso, como capitán no me quedo tranquilo hasta que no se va el último integrante del otro equipo. Le queremos cambiar la cara al club y demostrar que venimos a jugar al fútbol y que no haya violencia», contó Diego Riveros en diálogo con La Excusa Deportiva.

Hincha del Verdolaga y de San Lorenzo, comenzó a jugar cuando era un niño en la escuelita de Árbol Verde, para luego seguir en las inferiores del club. «Tengo 33 años y soy marcador central. También pasé por Villa Obrera, ADA, Campo Afuera, Árbol Verde de Jáchal, Juventud Unida de Huaco y el Club Atlético Minero», relató.

Riveros recuerda su debut en Primera como si hubiese ocurrido ayer. «Tenía 16 años, fue contra Peñarol. Arranqué de titular. Tenía muchos nervios y emoción, siempre con mucho esfuerzo en cada entrenamiento y trabajo de todos los días, observando y aprendiendo de los más grandes y también de los chicos», contó.

Diego deja todo en la cancha. Por él, por su equipo, por los hinchas, por esos colores que tanto ama. «Tengo la oportunidad desde hace bastante tiempo de ser el capitán del equipo y trato de dar siempre lo mejor de mí y salir muerto de la cancha. Aprender de mis compañeros, del cuerpo técnico y los profes, y de todos los consejos que pueda recibir», dijo.

«Trato de jugar al 100%, dejar la vida en cada partido, demostrar que siempre voy a poder un poco más… Por ahí me caliento porque no me gusta perder ni en el fútbol tenis», añadió.

Riveros sostuvo que lo mejor que le pudo pasar con este deporte es jugar un Federal B, un Torneo Regional. «También conocer mucha gente, colegas y el apoyo de mi familia. Y lo peor una pérdida de categoría y una semifinal con Andes Talleres de Mendoza», indicó.

El defensor sueña con poder seguir jugando y tener otras oportunidades en categorías mayores. Con respecto al presente del club del Cabot, aseguró que el plantel está bien y que esto «recién comienza». «Es un torneo largo, tenemos muchos jugadores jóvenes y el objetivo es clasificar entre los mejores ocho de campeonato. Con sacrificio y trabajo se puede lograr. Somos un equipo muy unidos: jugadores, cuerpo técnico, dirigentes, la colaboración de toda la gente. Además, el apoyo incondicional de nuestras familias», concluyó.

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